Un sinfín de ideas para decorar paredes
Un lienzo en blanco. Así entendemos en decoración a las paredes. Atrévete con cualquier elemento que provoque que ese espacio sin vida comience a tener interés visual.
No se trata de recargar, sino de darles el protagonismo que se merecen para enriquecerlas con aquello que nos define.
Cuelga un espejo ¡y mírate!
Aunque los espejos son un clásico a la hora de decorar una pared por sus infinitas posibilidades y, sobre todo, porque es la mejor opción para ampliar visualmente un espacio, ahora esta opción se multiplica pon… ¡tantos espejos como quieras!.
Elige espejos de diferentes tamaños, modelos, formas, materiales y colores como el modelo Gaudi, Dora,Galaxia, o Cirze de Schuller y crea tu propia composición.
Láminas y fotografías a todo color
Decora una pared blanca con fotografías o láminas llenas de color que cambien el espacio completamente. Los paisajes, las flores y las fotografías de colores vivos y acertados contrastes abren una ventana en la pared hacia donde – o quien – imagines.
Las de mayor tamaño, cuélgalas en una pared amplia, y las más pequeñas, en un rincón, columna o espacio más delimitado.
Bajorrelieves, pinturas que visten y atraen
Los bajorrelieves son otra opción para decorar con elegancia una pared y dejar que el espacio cobre vida y protagonismo.
Si optas por las pinturas, en Schuller damos un giro a las clásicas conocidas con formatos como paneles pintados de madera o pinturas coloristas sobre bastidor. Si las paredes son blancas le aportará mayor luminosidad.
Como ves, muchas opciones, pero todo depende de lo que quieras conseguir: concibe cada pared como un elemento decorativo ¡y atrévete!